Me enseñaron a crecer







Soy Patricia García, estudiante de magisterio del doble grado de educación infantil y educación primaria en ESCUNI.

Desde pequeñita no dudaba que quería ser profesora, ninguna otra profesión me llamaba tanto como poder enseñar, educar, ayudar… y muchos valores que se puede transmitir a través de esta profesión.

El camino hasta llegar a la carrera ha sido largo, pero ha merecido la pena, la posibilidad de conocer a tantos maestros que con tanto cariño me han tratado y apoyado en todo momento convirtiéndose en grandes ejemplos para mí.

Empezando por la etapa de educación infantil, que con esos años acordarte de ese profesor o profesora no es fácil, ya que va pasando el tiempo y esos años son los que menos se recuerdan, personalmente me acuerdo de una profesora: Carolina S.  

En la etapa de educación primaria, tengo en especial recuerdo de varios profesores y profesoras que siempre te ayudaban o sabías que si tenías algún problema iban a ser los primeros en ayudarte, en especial recuerdo a: Ibán U., Raquel N., Bernabé M., Ana C. y Blanca V.

Durante la etapa de educación secundaria voy a destacar a dos profesoras que nunca dejaron de confiar y de apostar por mí en todo momento: Gema G. y Silvia A.

Después decidí formarme en un grado medio de Atención a Personas en Situación de Dependencia, donde pensé que no me iba a gustar, pero debo agradecer a todo el profesorado por la ilusión que tienen en ese ciclo formativo que se contagiaba solo con ir a las clases. Y el trato del personal a la hora de realizar las prácticas tanto de usuarios, familiares o los trabajadores es casi imposible de explicar, solo se les puede agradecer.

El apoyo y la confianza que me transmitieron los dos profesores Isabel M. y Lucas P. cuando decidí hacer en un año segundo del grado medio de Atención a Personas en Situación de Dependencia y primero del grado superior de Educación Infantil.

Mi último año en el grado superior de Educación Infantil quiero destacar a las educadoras de la Escuela Infantil Osa Menor, donde realicé las prácticas, por su gran labor que realizan con el alumnado y con los familiares. En especial me gustaría destacar a las educadoras que estaban en el nivel 2-3: Nuria, Lola, Sara y Laura.

También tengo que agradecer a todas esas compañeras que han terminado siendo amigas y a mi familia, porque sin el apoyo de ellos nada hubiese sido igual, que han estado ahí en los momentos de nervios, entusiasmo, cansancio… pero siempre con una sonrisa y dispuestos a ayudar.

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